Descubrí a Begoña Chamorro en 2002, al llegar a Madrid, cuando Telecinco en su informativo del mediodía, hacía una desconexión local en la que daba noticias sobre la capital y la comunidad. Desde el principio me enganchó su manera de contar las noticias y opinar sobre ellas con sólo una media sonrisa, así como su presencia delante de las cámaras y su forma de enfocar y leer la información. Divertida y ácida, siempre encontraba el gramo de humor necesario para trasladar al espectador lo que pasaba desde una perspectiva propia y personal. Míticas fueron sus pullas al entonces alcalde Álvarez del Manzano o sus alusiones al eterno caos de tráfico, zanjas y obras de la capital.
Recuerdo que por aquel entonces la periodista que acompañaba a Hilario Pino en el telediario nacional de T5 al mediodía era Carme Chaparro (hoy desplazada al fin de semana) y cómo pensaba en Pino-Chamorro como una posible pareja informativa que tendría carisma y sería diferente. De hecho, desde aquella pareja divertida de medianoche que conformaron Ribagorda (que acaba de fichar por T5 para los informativos del fin de semana) y J.J. Santos, no había vuelto a darse en la televisión española una pareja de informativos potente y con personalidad. Siempre ha habido un presentador que prevalecía en exceso sobre el otro. Finalmente los responsables de la cadena se dieron cuenta del potencial de la pareja y los colocaron juntos en el informativo del mediodía, siendo éste el que mejor ha resistido a la debacle generalizada de audiencia del último año que ha acarreado la salida de dos pesos pesados como Angels Barceló y el propio director de informativos Juan Pedro Valentín. Y no sólo eso, sino que la llegada de Piqueras hace prever un cambio total en el enfoque de los informativos de toda la cadena que espero que no afecte a Pino y Chamorro ya que desgraciadamente se tratará de emular a la exitosa competencia.
Lo cierto es que un momento en que el grimoso estilo Matías Prats se impone sin discusión, donde los modelos Gabilondo y Milá aburren a las ovejas y los telediarios que triunfan se deslizan sin paliativos hacia una información menos política, más amarilla y más sensacionalista, el informativo de Hilario Pino y Begoña Chamorro es un pequeño oasis de inteligencia y personalidad donde en los inevitablemente estrechos márgenes que deja el formato a los presentadores, estos dos profesionales emergen para aportar su propia visión de los hechos.
Es de esperar que la llegada de Piqueras no suponga ningún sobresalto y que podamos seguir viendo y escuchando los famosos errores de dicción de Hilario Pino acompañados de la inteligencia que destila la Chamorro y que ésta, poco a poco, vaya creciendo, apartándose un poco de la lógica sombra de su más experimentado compañero para convertirse por derecho propio en una de las mejores presentadoras de informativos de nuestro país.
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2006/02/19
Begoña Chamorro, una periodista diferente
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1 comentario:
queridos teleadictos:
a ver para cuando unas líneas para los "pogramas" de cocina, que para un "cocinitas" como yo me pirran y no me pierdo ni uno, sobre todo del gran Carlos Arguiñano, que ha hecho tanto bien para muchísima gente y que ha enseñado a cocinar "bueno, bonito y barato". Para mí, lo mejor de la programación.
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