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2006/10/08

Cuando la información es mera publicidad: Alatriste y Los Borgia

En menos de un mes hemos asistido a dos ejemplos en nuestra televisión de autopromoción engañosa, de publicidad disfrazada de información, diseñada con inteligencia pero que al verla deja la lamentable sensación de presenciar un descarado intento de mentir y manipular al personal despistado. Primero fue Alatriste. Telecinco hizo una campaña brutal anunciando la cinta sobre el héroe de Arturo Pérez Reverte, lo cual no sería criticable sino fuera porque sus informativos se convirtieron en un anuncio constante y cansino en el que se repetían constantes alabanzas sobre la que decían que era la producción española del año. Expresaban sin pudor y con vehemencia la obra de arte cinematográfico que significaba la película y hacían pasear sin vergüenza por los platós de esos informativos a los actores de la película. Nadie comentó nunca que el film, al tratar de resumir una serie de novelas en poco más de dos horas, adolecía de un guión deslavazado que intenta acaparar demasiado. Afortunadamente, a través de fuentes de información más libres (véase blogs y revistas independientes) la película pudo ser analizada con mayo rigor, siendo descritos con más tranquilidad sus evidentes aciertos pero también sus defectos, y no con el autobombo con que los críticos habituales se dedicaron a elogiar la película ni con la indescriptible hipocresía que los Piqueras y compañía hicieron gala a la hora de “informar” sobre la película.

Ahora han llegado Los Borgia. Antena Tres que no dedicó más que algunos segundos a la noticia del estreno de Alatriste en sus informativos (lo que debiera ser normal) se ha volcado con ardor y pasión en la promoción de la película de Antonio Hernández que narra la apasionante historia de una familia poderosa con unas ansias enormes de poder. No puedo criticar la obra, aún no la he visto. El problema no es lo buena a o mala que sea. El problema es la credibilidad de unos informativos, los españoles, ya sean privados o públicos, que cada día descienden más en la cuesta que los arrastra hacia la mediocridad, la irrelevancia, el sectarismo, la futilidad y la falta total de compromiso y respeto periodístico hacia sus espectadores.

El problema es que se enmascara como información lo que es mera autopromoción. Muchos sabemos que T5 es la empresa que produce Alatriste y que Los Borgia es una producción de A3 que la cadena ha decidido emitir primero en los cines antes de programar la serie por televisión, en un interesante intento de rentabilizar doblemente el mismo producto (algo que creo que no se había hecho antes, al menos en España). Pero la crítica debe aparecer porque me encuentro con mucha gente despistada, con señores mayores, con chavales adolescentes a los que les asombra todavía saber quién está detrás de estas películas, les sorprende conocer que lo que se les vende como noticia cultural en un informativo serio de televisión no es más que un patético publirreportaje promocional. Les sorprende conocer que un representante de la prensa anoréxica gratuita como es ADN, que siempre llena sus páginas de mininoticias simples y directas, realiza un especial a toda página anunciando el estreno de Los Borgia, comentando que es una producción de A3, pero sin darles a sus lectores la valiosa información que la empresa que edita ese periódico es la misma que posee A3 (Grupo Planeta). Y no es algo que dé igual. Porque si conocieras ese dato ya entenderías que lo que lees no es una noticia sino una mera autopromoción interesada. Y allá cada uno con lo que se cree de los anuncios.

En una sociedad en la que cada vez más unos pocos grupos económicos controlan más medios de comunicación que no parecen interrelacionados entre sí para el público general, me parece necesario criticar estos sucesos y defender que al menos los servicios informativos de las cadenas de televisión, eso informativos que siempre han servido para dignificar o destruir la reputación de dichas cadenas, no se pongan también al servicio promocional de la empresa matriz sin al menos comunicárselo honestamente a sus espectadores, a los que terminan manipulando a su antojo con una desfachatez que emerge de la arrogancia.

1 comentario:

John Constantine dijo...

Misión imposible. A la gente lo que le apetece no es estar informada, sino "al día". Veáse el ejemplo del Codigo Da Vinci, del que todo el mundo habló y que, aparte de las inexactitudes de turno, lo único que hizo fué reciclar una serie de ideas que gente ya conocedora de evangelios gnósticos y apócrifos sabía desde hace tiempo.